Anti-aging, pa tu tía (por qué ese aborrecer el envejecer es un absurdo)

Anti-aging, anti-envejecimiento... dicen que es el término de busca más usado en los motores de cualquier web de productos de belleza (eso o sus variantes en positivo, sandeces del estilo "sublime eternal youth"...).
Tenemos pavor a la edad, a cumplir años, sobre todo si se notan. Si, desde muy pequeñas, nos taladran con que no hay pecado mayor que ser demasiado gorda, demasiado descuidada, demasiado peluda, demasiado poco pechugona, demasiado culona o demasiado sudorosa.... la aberración de las aberraciones es difícilmente postergable 'ad eternum': porque, amigas, lo más chungo y absolutamente deleznable tiene difícil solución como una no se muera antes, lo peor -se rumorea en la publicidad y en las revistas- es hacerte vieja.

Y yo digo. Y lo digo completamente convencida. NO
Nooooo (como dice ese personaje tan súper guay del zorro en ese peliculón que es Zootropolis, pedazo referencias cultas me gasto, eh) Nooooo

Me niego. No estoy de acuerdo. No me postulo como antienvejecimiento (aunque sí sea anti-descuido, pro-cuidado y pro-tiobuenación). No quiero que si alguien se permite adivinar mi edad me reste 5, 10 o, mejor incluso, 15 años (en realidad no quiero que la gente se permita pensar que me importa que adivine mi edad, ni mi peso)

Quiero cuidarme, quiero permitirme un esmero personal, quiero pulir la mejor versión de mí, me gusto más sin canas y con las arrugas domadas, vestida con esmero y no como la abuela desarrapada... y con la piel lo más tersa posible, con buena cara y con mini lorza (o hasta sin lorza)... por supuesto me gusta verme guapa en el espejo. Pero guapa no es sinónimo de adolescente.
¿por qué narices tenemos que admitir ese delirio de la publicidad cosmética?

Leía hace poco los post super interesantes de Caroline Hirons, incuestionable gurú en el tema, una persona, cerca de los 50, que sabe hiper muchísimo sobre cuidado de la piel (That´s not me) y su colega, Jane Cunningham (Older, better, whatever). Las dos coinciden en subrayar la broma mayúscula de que productos recomendados a mujeres mayores de 30 o de 40 años, los anuncien o famosas tan photoshopeadas que parecen dibujos animados, o niñas, auténticas niñas, que no llegan a la mayoría de edad: y citan a la hija de Cindy Crawford o la de Vanessa Paradis... ¿Pero no son súper macizas y maravillosas sus madres, que, además, permiten reconocerse un poco más, un poco, remotamente vaya, a las usuarias reales de esos productos?

Cindy y yo tenemos mazo de cosas en común, como veis... ojos, por ejemplo, las dos tenemos un par

¿Alguien con dos dedos de frente puede pretender que una mujer de 40 años puede aparentar menos de 20? ¿De verdad queremos?
Se ha escrito bastante sobre este despropósito....

No sé si ese etiquetado de "anti edad" no es más que una estrategia de marketing, una justificación para un precio mayor o una milonga monumental.
O si, en realidad, parte un poco de lo mismo: la voluntad de que un colectivo, en este caso las mujeres, nos sintamos inadecuadas, mal, chungas, imperfectas... porque, como decía Octave Parango en las primeras líneas de "Socorro, Perdón", la gente feliz no consume. Son los frustrados, los incompletos y los infelices los que  gastan más.

Yo, que he visto mujeres de 30 años en Africa y en zonas rurales (mujeres envejecidas de más por el trabajo, el sol o la vida perra), yo que no renuncio a mi objetivo tiobuenista, tampoco quiero pecar de ingenua. O de frustrada.

Por eso intentaré informarme y saber si lo que me gasto en potingues tiene algo de sentido. O en realidad no tanto. La verdad que de momento no es que me haya gastado ninguna suma astronómica... ya os contaré...

De momento os dejo con estas recomendaciones antiedad de Hirons:
La chuleta antiedad: Anti-ageing cheat-sheet

Y os agradezco cualquier opinión, recomendación, anotación sobre el tema.










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