El 'aterrapreñás'

Prometí que hablaría de él. Es una figura muy habitual en nuestra tipología cañí y es necesario, embarazadas incautas, que estéis avisadas sobre su existencia. El 'aterrapreñás' no pertenece a la mitología gestante, no, es tan real como la vida misma y os sorprenderá saber que incluso la persona de apariencia más amorosa y pacífica (sí, incluso vuestra suegra) puede esconder un aterrapreñás en su interior, presto a manifestarse en cuanto huela vuestra panza.

Pero, veamos, ¿qué hace este ser y por qué no mola?

El aterrapreñás, como su nombre indica disfruta aterrorizando gestantes. Es su hobby predilecto... le encanta contar historias cuanto más truculentas y macabras mejor -siempre acordes con vuestro estado de gestación. Su catálogo de batallitas para no dormir abarca primer trimestre, segundo trimestre, tercero, parto, postparto, lactancia, crianza, colecho... vamos... que tiene carrete para todos los gustos... y sus historias siempre os llegarán en el momento más oportuno para que deséis cagaros en la madre que lo parió (con perdón)

V.gr. Imagínate de baja, reposo absoluto por hematoma retrocorial, durante casi dos meses (semana 6 y media a 13), e imagina que cierta persona te llama cada día (o como mucho día sí y día no) a contarte, cada vez, un caso de aborto distinto y con todo lujo de detalles en su entorno cercano, gozando particularmente con aquellos abortos ocurridos ocurridos superada la semana 12 de gestación. Mujeres que abortaron por subir escaleras, por saltar, por sacar algo del horno, por teñirse el pelo, por tirarse un pedo... ¿Es o no es como para enfurecerse?

Porque las más veces, ¿qué queréis que os diga? ¡Bendita inocencia!

embarazada, harta de 'aterrapreñás'. ¡Idos a hacer puñetas!

¿O hace falta que sepa, yo preñada en semana 33, que la mujer de este simpático taxista estuvo a punto de morir en su parto, que tuvieron que hacerle tres transfusiones y que perdió el útero y la capacidad de procrear para siempre jamás? ¿Hace falta? ¿Hace falta, de verdad? ¿Señor taxista, de verdad es necesario que comparta conmigo ese momento? Que no nos conocemos de nada... hombre de Dios... que casi prefiero no saberlo...

Hay un toque sospechoso de hipérbole, de culpabilización en toda historia de aterrapreñás... siempre es que la preñada estuvo torpe, o descuidada, o poco lista...

Eso es lo que joroba más. Eso y la insistencia en compartir historias desagradables, partos dantescos... ¿Es necesario saber de muertes perinatales, de pérdidas espantosas, de dolorosas secuelas de prematuridad, de angustias de todo tipo... o incluso en un nivel muchísimo más pedestre y chorra, de futura incontinencia, estrías irreparables, inapetencia sexual perpetua, cuerpos para siempre desfigurados?

¡qué cansinos!

Porque lo que no concibe el aterrapreñás es que nosotras ya sabemos que todo puede ir mal (de hecho, algunas enajenadas le damos vueltas inevitablemente), nos consta que lo que es milagroso, de hecho, es que salga bien... tal vez ni puede imaginar el estúpido 'aterrapreñás', con su incontinencia verbal tan molesta, es que las cosas incluso hayan salido mal antes para nosotras mismas... Él (o ella, muy a menudo es ella) goza removiendo en nuestra hormonada psiqué todos los temores normales y habituales de una futura mamá con dos dedos de frente.

Así que mi consejo es que no hagáis ni caso. Pero ni caso ni caso. Huid y rodearos de mamás hippies y positivas. Que nadie os haga sufrir en este periodo maravilloso de vuestra vida.

Comentarios

  1. Yo soy el "antiaterrapeñás" y no, lo milagroso no es que salga bien, lo normal es que salga estupendamente como te va a ir a ti también, ¡mujer! ¿tú no sabes eso de que pensamientos positivos traen cosas positivas? pues no me seas negativa y deja de darle vueltas. Sigue leyendo cuentos a los garbancitos, preparando su ropita y nido con cariño, disfrutando de sus pataditas (aunque sean en el estómago)... ya eres una madre molona pero todavía no lo sabes ;)

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    1. Gracias, bella... a veces una lleva a cuestas historias previas y lo que menos necesita es que llegue un pelma a recordarle nada. Pero seguro que todo saldrá bien! Claro que sí

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  2. Hola Ana!
    Acabo de descubrir tu blog, me encanta! Escribes muy bien.
    Mucho ánimo con la recta final del embarazo y... ¡ni caso de los aterrapreñás! Lo siento pero me he tenido que reír al leer el nombre que les has puesto y los que te has ido encontrado, lo cuentas con mucha gracia. Todas nos hemos cruzado con alguno, qué coraje la verdad...
    Y no has encontrado ningún "aterramamás"? De esos que te dicen "uy dos! no sé si felicitarte o darte el pésame" o "uf la que te espera" o "uf qué horror madre mía con dos"...
    Sabes qué? Creo que hay personas a las que les molesta verte feliz y qué mejor manera de borrarte la sonrisa que metiéndote miedo. Así que al próximo que intente asustarte, ya sabes... "dientes, dientes" (e interiormente eliges una de tus canciones favoritas para canturrearla mentalmente mientras el aterrapreñás te suelta su rollo).
    Un abrazo, te vamos siguiendo

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    1. Hala! yo tampoco conocía vuestro blog y es chulísimo! Voy a aprender un montón de cosas con vosotras! Creo que el aterramamás es una versión evolucionada del aterrapreñás. ¡qué manía la gente siempre contar las cosas más feas y gores! Tu respuesta es la mejor 'dientes, dientes' y pasando tres pueblos de los pelmazos!

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